En 2011 hubo la cifra más baja de víctimas mortales en las carreteras españolas: por primera vez en cincuenta años se bajó de los 1.500 muertos anuales. La entrada en vigor del nuevo Código Penal ese año fue providencial en la lucha contra los accidentes de tráfico al recoger un endurecimiento de las penas por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas y ampliar la relación de las conductas que se pueden tipificar como delito contra la seguridad vial.
El descenso de los procesos incoados en un 16% puede deberse también a un menor tráfico por la crisis ya que el consumo de hidrocarburos se redujo un 15% en 2012.
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/la-seguridad-vial-y-prision_762440.html
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