Las compañías del sector repercutirán en los clientes parte del gasto derivado del baremo de siniestros que entrará en vigor el 1 de enero
A partir del próximo 1 de enero entrará en vigor el nuevo baremo de tráfico, que mejorará considerablemente las indemnizaciones por accidente tanto para las víctimas como para sus familiares. Será indudablemente beneficioso desde el punto de vista de la protección al colectivo de afectados, pero también acarreará una consecuencia indeseable: la subida de las pólizas por parte de las compañías de seguros para hacer frente a esas mayores cuantías.
El vicepresidente de Mapfre, Esteban Tejera, ha confirmado que las aseguradoras tendrán que trasladar «parte» del impacto de la reforma a través de las pólizas que abonan los automovilistas. «El baremo es bueno para la sociedad española y para el sector», aseguró, por lo que pidió «desdramatizar», ya que las indemnizaciones por daños personales «representan el 30% del total de la siniestralidad del seguro del automóvil». Aún así, advirtió de que, aunque se prevé que el alza sea generalizada en todo el sector, habrá compañías que se vean obligadas a aplicar subidas «bruscas» ante su menor nivel de solvencia. La situación puede ser financieramente muy comprometida para aquellas aseguradoras que, movidas por la caída de la clientela y ante un escenario de reducción de accidentes, optaron por congelar las tarifas o incluso tirar los precios a la baja. Se estima que, desde 2008, la prima media se ha abaratado casi un 20%, al pasar de 428 a 343 euros.
Las compañías ya hacen números para calcular los costes de la reforma en un momento, además, de mayor uso del coche, circunstancia que, según teme el sector, se traducirá en un repunte de la siniestralidad. Ello obligará a abonar más indemnizaciones que, desde el 1 de enero, serán considerablemente más elevadas que las que se pagan en la actualidad: las compensaciones por muerte se incrementarán un 50% de media, y por secuelas, un 35%. Pero, teniendo en cuenta que el baremo particulariza el cálculo en función de parámetros como la edad, la característica de la familia o el daño moral, las cuantías pueden llegar a ser hasta un 100% o incluso un 200% superiores.
Además, la reforma, pactada tras cuatro años de negociaciones entre el sector de las aseguradoras, las asociaciones de víctimas y discapacitados y la Administración, obligará a las aseguradoras a indemnizar a la Seguridad Social por los gastos médicos futuros que genere la víctima por sus secuelas.
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