DANIEL ROLDÁNMADRID
Un estudio de la Fundación Línea Directa asegura que la presencia de un acompañante disminuye en un 35% las posibilidades de tener un accidente
Las creencias populares no siempre están pegadas a la realidad. La seguridad vial no es una excepción. Las mujeres al volante no son un peligro, más bien todo lo contrario. Tienen menos accidentes que los hombres y su eficacia en la conducción, si van acompañadas es todavía mayor. Un estudio de la Fundación Línea Directa ha analizado unos 255.000 accidentes en carretera registrados por la Dirección General de Tráfico entre 2011 y 2013 para discernir qué sucede con una variable concreta: cuáles la mejor combinación en la conducción. Y el informe, elaborado junto al Centro Zaragoza asegura que la pareja mujer al volante y hombre de copiloto es la mejor. Posee un 35% menos de probabilidades de sufrir un accidente.
Por el contrario, la pareja más común (conductor y pasajera) tiene el doble de riesgo de sufrir un accidente que la anterior, cifra similar a la de dos mujeres. En cuanto a la combinación más peligrosa en carretera, ésta corresponde a dos hombres: tiene una peligrosidad seis veces mayor.
El estudio, en el que también se ha contado con más de mil entrevistas, también valora las características del mejor copiloto y del peor. “El perfil medio del mejor acompañante es de un varón de entre 60 y 69 años que presenta una actitud más colaborativa, provoca menos distracciones, está pendiente de la señalización, cumple las normas y son intolerantes con el consumo de drogas alcohol”, señala Francisco Valencia, director general de la Fundación Línea Directa.
Los malos copilotos son también hombres, pero entre 18 y 29 años y tiene una actitud bastante molesta para el piloto. No ayudan nunca, hablan en exceso durante todo el trayecto, critican al que lleva el volante y están toqueteando la radio, el GPS o la música. Estos malos pasajeros son demasiado tolerantes con las infracciones, como la velocidad (a la mitad les da igual), las distracciones (11%), la conducción brusca (7%), las discusiones con otros conductores (6%) o no respetar la distancia de seguridad (5%).
Por su parte, los conductores aseguran que solicitan ayuda a sus pasajeros cuando se pierden (dos de cada diez), el tiempo se pone complicado (24%) o los niños están dando la lata en el asiento de atrás (21%). Pero también cometen “errores graves” con sus copilotos. A medio millón les da igual que vayan o no con cinturón (cuando las lesiones en caso de accidentes son más graves) y a 1,3 millones de conductores tampoco les incomoda que les enseñen algo en el móvil. En ambas tendencias predominan los hombres.
Por su parte, los conductores aseguran que solicitan ayuda a sus pasajeros cuando se pierden (dos de cada diez), el tiempo se pone complicado (24%) o los niños están dando la lata en el asiento de atrás (21%). Pero también cometen “errores graves” con sus copilotos. A medio millón les da igual que vayan o no con cinturón (cuando las lesiones en caso de accidentes son más graves) y a 1,3 millones de conductores tampoco les incomoda que les enseñen algo en el móvil. En ambas tendencias predominan los hombres.
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