Desde este verano, los habitantes de Turín (900.000 habitantes) tienen una zona libre de contaminación donde respirar aire limpio sin salir de la ciudad, el jardín público ‘Dispersi sul fronte Russo’ -conocido como jardín Sanctus-, situado en el centro de la ciudad.
Para conseguir esta zona limpia en el centro de la capital piamontesa, una de las ciudades más contaminadas de Italia, se han empleado biorreactores alimentados con paneles solares que capturan y eliminan las micropartículas nocivas del aire, un sistema de purificación del aire similar el proceso natural del planeta para eliminar la contaminación.
Este 'megapurificador' de aire genera a su alrededor una burbuja de aire limpio de 400 metros cuadrados, sin partículas en suspensión, metales pesados, virus, bacterias patógenas ni fibras de amianto, entre otros.
Hasta ahora, este tipo de dispositivos solo se instalaba en ambientes cerrados, como industrias, hospitales y museos pero no en zonas al aire libre. De momento, el jardín Sanctus de Turín ya cuenta con el primero. El segundo llegará en septiembre.
Este experimento ha sido promovido por 'Torino Living Lab', un laboratorio ubano para la innovación y la puesta en marcha de soluciones en contexto real en el barrio turinés del Campidoglio.
Según la OMS, más del 80% de las personas que viven en zonas urbanas de todo el mundo están expuestas a niveles de contaminación del aire que exceden los límites que la propia organización establece. El empeoramiento de la calidad del aire urbano, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, respiratorias y cáncer de pulmón.
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