Se llama Kirobo Mini y es el último invento robótico de Toyota. Lo presenta como un asistente de comunicación capaz de comportarse como un copiloto, dando conversación al conductor para evitar que se duerma.
Aseguran que se comercializará en 2017, en principio como una experiencia piloto y, después saldrá a la venta en los concesionarios japoneses. Si funciona, está previsto que salte a otros mercados. Su precio estará en torno a los 350 euros y, además, se tendrá que pagar una cuota mensual de 2,60 euros para cubrir sus actualizaciones. Solo mide 10 centímetros y pesa poco más de 80 gramos.
Su autonomía es de dos horas y media de conversación. Gira la cabeza, parpadea, mueve los brazos y se le iluminan los ojos, gracias a una conexión bluetooth.
Sistema de ayuda
Además de comportarse como el copiloto perfecto, también actúa como un sistema de ayuda al conductor, que detecta las situaciones peligrosas, y le informa para evitar accidentes. Se conecta al automóvil a través de una app, y va contabilizando los kilómetros recorridos y el combustible consumido. Asimismo, protesta cuando se realizan frenazos o acelerones bruscos.
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