Acabamos de entrar en el duro invierno y las temperaturas ya se acercan en muchas ocasiones a los 0 grados en buena parte de la península. Además del frío y el viento, ya es habitual que mientras vemos el telediario se hable de lluvias, nieve, heladas o niebla. Pese al tiempo desfavorable, muchos seguís utilizando vuestra moto, bien sea como medio de transporte habitual para ir al trabajo, o bien para dar un paseo en los ratos libres.
Año tras año e invierno tras invierno, nos suele ocurrir la complicada situación del empañado de la visera del casco. Éste fenómeno se suele dar cuando estamos parados, por ejemplo en un semáforo, o bien cuando circulamos a una velocidad muy reducida. Una especie de niebla parece acecharnos, pero realmente es vaho, y en pocos segundos nuestra visión es prácticamente nula. Siguiendo unos consejos lo evitaremos por completo.
En primer lugar, debemos conocer por qué se produce ese vaho, ese empañado de nuestra visera tan peligroso que nos deja “a ciegas”. Seguro, si eres motorista, te has dado cuenta de que aparece especialmente en invierno o cuando llueve; siendo realmente extraño que aparezca en fechas calurosas y en ausencia de la lluvia. Durante la respiración generamos vapor de agua y, además, el calor de nuestra cabeza junto al que expulsamos durante la respiración, hace que suba la temperatura en la parte interior del casco.
Al igual que ocurre en un coche, el empañado aparece cuando existe una gran diferencia de temperatura entre el interior y el exterior. De ahí que cuando la temperatura de ambiente es baja se nos empañe la visera y en verano, con temperatura exterior elevada, no. Es por esto también que, al abrir la visera y circular el aire por el interior del casco, la temperatura se reduzca acercándose a la exterior y el vaho desaparezca; pero nadie se siente a gusto con la visera levantada mientras conducimos nuestra moto bajo la lluvia o con mucho frío.
Cuenta la leyenda que antiguamente los motoristas frotaban la parte interna de la visera con una patata. Sí, como lo oyes. Más conocidas son las pequeñas perforaciones en los laterales de la visera con un fino punzón o una broca de muy reducidas dimensiones. Con éste método se permitía que hubiera una leve circulación de aire, aunque también aparecían “silbidos” por el aire que atravesaba la pantalla por los orificios.
Por suerte para nosotros, ya no hace falta recurrir a estos métodos tan arcaicos que podían funcionar o no. Hoy en día existen soluciones mucho más sencillas y, sobre todo, efectivas. Todos los cascos incorporan rejillas de ventilación, en la parte superior del mismo y en las zonas inferiores, pero no siempre son suficientes.
Mascarillas
Los cascos integrales actuales están muy perfeccionados. Con los objetivos de mejorar la seguridad y el confort, los cascos han aumentado su zona inferior, la mentonera. En caso de caída será prácticamente imposible que la parte inferior de nuestra cara, la barbilla, llegue a golpear contra el suelo; algo que sí era posible con los cascos integrales de hace varios años. Además, esa mayor superficie en la zona frontal inferior del casco permite aislarnos más del frío en la barbilla y parte del cuello. Esto, junto a los diseños más aerodinámicos, permite que nos llegue menos ruido al estar más aislados.
Sin embargo, el lado negativo de este mayor aislamiento es que, al apenas haber circulación del aire, hay más posibilidades de que se nos empañe la parte interna de la visera. Gracias al uso de las mascarillas, que se colocan en el casco y en la zona de la nariz, conseguimos que el aire (caliente) que expulsamos durante la respiración se canalice a la zona baja del casco, evitando que quede en la zona de la visera y, por tanto, que ésta se nos empañe. Si eres seguidor de las carreras de MotoGP, ¿te has fijado que todos la utilizan cuando compiten con lluvia?
Pinlock
Tal vez hayas oído hablar del Pinlock, ya que está muy de moda por su alta eficacia, pero igual desconoces de qué se trata. El Pinlock es una especie de segunda visera que se coloca en la parte interna visera principal. En su contorno (por el lado que entrará en contacto con la visera) incorpora silicona, lo que garantiza que una vez colocada mantendrá una perfecta estanqueidad.
Su principio de funcionamiento es muy sencillo. Simplemente se crea una pequeña cámara de aire entre la visera principal y el propio pinlock, que evitará el empañado al impedir el paso de aire. Como a esta cámara de aire (por su perfecta estanqueidad) no le afectarán las diferencias de temperatura, se evita por completo el empañado de la visera. Este sistema está a la orden del día, y cada motorista que lo utiliza destaca su buen funcionamiento respecto a otros métodos. Además, su precio no suele ser elevado y la mayoría de cascos actuales ya están preparados para su adaptación.
Sprays y líquidos anti-empañado
También muy extendidos, existen líquidos que se aplican en la superficie interior de la pantalla y que son capaces de evitar la formación del vaho. Su aplicación es rápida y muy sencilla, pero tienen la desventaja de su reducida durabilidad. Estos nos podrán sacar de un apuro y serán una buena opción si aun utilizando la mascarilla, y si nuestro casco no está preparado para el pinlock, nuestra pantalla se empaña. Pese a ello y su bajo precio de adquisición, debemos tener presente que si la ruta es larga, puede que no aguante todo el recorrido y se nos vuelva a empañar.
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