El DADSS se trata de un alcoholímetro en el volante o la puerta del conductor que mide el nivel de alcohol aspirado en su aliento. Un haz de luz automática localizaría a través de luz infrarroja, las moléculas de aire expiradas por el conductor, con lo que se lograría determinar el dióxido de carbono y el etanol expirado.
El otro sistema del DADSS se ubica en el botón de encendido del motor o en la palanca de cambios. Un sensor detecta el nivel de alcohol en sangre del propio conductor. Al posar el dedo sobre el sensor, otro haz de luz se proyecta sobre la piel del conductor y calibraría esta cantidad de sustancias nocivas en el torrente sanguíneo. Un análisis negativo evitaría que el motor arrancara y así se evitaría un posible accidente en carretera.
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