Científicos americanos inventan un dispositivo capaz de medir la cantidad de alcohol en el torrente sanguíneo sin margen de error alguno
Un grupo de investigadores de la universidad de California, situada en San Diego, Estados Unidos, han desarrollado un dispositivo hasta la fecha inédito para calcular el nivel de alcohol en sangre. Una nueva forma de hacerlo, a través de un sensor portátil que se adhiere a la piel y es capaz de calcular ese parámetro sin margen de equivocación.
Es una técnica no invasiva y capaz de monitorizar el parámetro a tiempo real. Una parte del dispositivo es un tatuaje temporal, a raíz de ello se adjunta una placa portátil que, como si de un imán se tratase se adhiere al tatuaje posibilitando el análisis sanguíneo.
Para obtener el nivel de alcohol en sangre es necesario disponer de un Smartphone, el dispositivo integrado en la piel del individuo transfiere la información vía bluetooth a un teléfono inteligente. Previamente, para conseguir los datos el sensor analiza el sudor de la persona.
Es necesario fijar el sensor en la superficie de la piel con ayuda de un papel con electrodos. Una vez activados, los electrodos empiezan a generar pequeñas corrientes durante unos minutos, incitando a la sudoración mediante una sustancia conocida como pilocarpina. Esta es la manera más exacta de medir la cantidad de alcohol en el torrente sanguíneo, no deja lugar a error alguno, al contrario que los alcoholímetros habituales.
El mecanismo se probó con éxito, monitorizando el etanol en sangre de varios individuos antes de beber alcohol y después de hacerlo, mostrando las claras diferencias y los datos completamente correctos.
Perfecto para evitar accidentes
La invención del equipo de la universidad de California es perfecta para evitar accidentes de tráfico. Llevándolo en todo momento el individuo podrá comprobar si supera la tasa permitida de alcoholemia o por el contrario puede ponerse al volante sin riesgo etílico.
En un futuro podrá estar conectado al ordenador de a bordo del vehículo bloqueándose automáticamente si el conductor supera la tasa y supone un riesgo para el tráfico. Con el objetivo de prevenir que ningún conductor coja el coche en estado de ebriedad.
Actualmente es un dispositivo temporal y desechable, el uso que se hace de él es tan solo momentáneo. Se instala, mide los niveles de etanol y se vuelve a quitar. En un futuro no muy lejano se podrá dejar instalado durante etapas más largas de tiempo. El precio de este nuevo sistema de usar y tirar es de tan solo unos pocos céntimos.
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