martes, 17 de octubre de 2017

¿Por qué hay gente que todavía no usa los sistemas de retención infantil?


La última campaña de la DGT sobre control del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil, celebrada el pasado mes de septiembre, nos dejó unos resultados que nos cuesta creer. Desde Circula Seguro pensamos que, a fecha de hoy, no se explica cómo existen todavía conductores o pasajeros que no hacen uso de los sistemas de sujeción cuando viajan en el vehículo.
A las pruebas nos remitimos, y es que en la semana que duró dicha campaña, según la DGT, se ha puesto de manifiesto que 2.094 adultos (entre conductores y pasajeros) y 198 menores (41 ocupando asientos delanteros y 157 en los asientos traseros), es decir, 2.292 personas viajaban sin ningún tipo de sistema de retención.
Unas cifras que todavía resultan ser más trágicas cuando hablamos de menores de edad debido a su connotación social y por tener reciente aquella noticia sobre un siniestro vial en el que fallecieron cinco personas. Un hecho que ocurrió, una semana antes de comenzar la campaña, en la provincia de Burgos y en el que tres de las personas fallecidas tenían 3, 7 y 9 años de edad. Un cúmulo de circunstancias que como, por ejemplo, la distracción por somnolencia del conductor, superar el número de plazas y la no utilización de las sillitas infantiles, en el caso de los niños, son más que suficientes para desencadenar dicho suceso. Por eso, y en relación a ese suceso, nos preguntamos: ¿por qué hay gente que todavía no usa los sistemas de retención infantil?

Sistemas de sujeción como seguros de vida

La seguridad de nuestros hijos en casa, en el colegio y viajando en cualquier vehículo es lo primero. La responsabilidad del conductor empieza cuando decide conducir y transportar a pasajeros. Una labor que requiere poseer unos conocimientos sobre las normativa de tráfico y que de su incumplimiento puede derivarse una sanción administrativa o penal. Por tanto, su conducta está ligada a las buenas prácticas y a ser consciente de los riesgos que puedan existir durante la conducción. No sólo a mantenerse en alerta sino también a prevenir situaciones que hagan más fácil la circulación de vehículos.
Si el cinturón es un elemento de seguridad indispensable para los adultos, también lo es el sistema de retención infantil entre los bebés y niños. No cabe la menor duda de que ambos sistemas de sujeción del vehículo sirven para evitar lesiones en caso de colisión o desaceleración brusca (aquí veíamos que ocurre si están mal instalados).
Como se decía en uno de los vídeos de la DGT centrado en el uso correcto de los sistemas de retención infantil: Si sobre un cuerpo no actúa fuerza alguna, éste tiende a mantener su estado de reposo o movimiento. A modo de ejemplo se podría decir que, a 50 km/h un cuerpo alcanza una velocidad similar a la de una caída desde un tercer piso. ¿Necesitamos verlo o comprobarlo para creerlo? La seguridad pasiva del vehículo está ganando terreno en la prevención y de su buen uso dependerá nuestra seguridad vial.

Una responsabilidad compartida como prevención

Las buenas prácticas para prevenir riesgos en la conducción no sólo afecta al que decide manejar los mandos y dirección de un vehículo. La convivencia vial implica compartir un mismo escenario aplicando unas normas aceptadas por la sociedad. Por otro lado, tenemos una responsabilidad compartida y debemos actuar en consecuencia. Tan simple como aplicar aquellos conocimientos aprendidos y que sabemos que fomentan o ayudan a adoptar actitudes preventivas. Algunas de esas buenas prácticas, para el caso que nos ocupa, dentro del transporte de menores, podrían ser:
– No llevar al niño en brazos ni utilizar el mismo cinturón de seguridad que el adulto para protegerle.
– Asegurarse que la silla está bien instalada. No debe moverse. La mejor opción es el anclaje mediante el sistema Isofix.
– La cabeza del niño nunca debe asomar por encima del respaldo de la sillita. Si esto ocurre es necesario cambiarla por otra del grupo superior.
– Los menores con altura igual o inferior a 135 centímetros, deben ir siempre en los asientos traseros del coche, salvo que los asientos traseros estén ocupados por otro menores, no se puedan instalar todas las sillitas necesarias o el coche sea de dos plazas.
– En caso de que el menor tenga que viajar en el asiento delantero, porque se dan alguna de las tres excepciones mencionadas, si el vehículo dispone de airbag frontal, únicamente podrán utilizar sistemas de retención orientados hacia atrás si el airbag ha sido desactivado.
La DGT recomienda seguir utilizando el sistema de retención infantil homologado a su peso y talla hasta que el menor alcance los 150 centímetros y si se tiene más altura deberá usar el cinturón de seguridad del vehículo.
En éste video de Fundación MAPFRE nos informan, de una forma más sencilla, sobre cómo utilizar correctamente los sistemas de retención infantil:
Si eres conductor y transportas a un menor, debes sujetarlo antes de arrancar. Nuestros pequeños deben ir, en todo momento: seguros, protegidos y siempre en su sillita. El uso de los sistemas de retención infantil reduce en un 75% las muertes y en un 90% las lesiones. Es tú responsabilidad como adulto, ¡No lo olvides!

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