miércoles, 17 de febrero de 2016

ATENDER A UNA VÍCTIMA DE TRÁFICO CUESTA AL SEGURO HASTA UN 90% MENOS CON LA SANIDAD PÚBLICA

Asistir a una víctima de tráfico supone a la compañía aseguradora un ahorro de hasta un 90% si el lesionado es atendido en un hospital público en lugar de una clínica privada, cuando nueve de cada 10 centros de este último sector tienen una unidad especializada para atender a estas personas.
Ésta es la principal conclusión de ‘La gestión asistencial de los accidentados de tráfico. Evolución, líneas rojas y retos futuros’, el primer informe de la Fundación Global Salud (auspiciada por la Federación Nacional de Clínicas Privadas) y presentado este martes en Madrid por César Castel, socio director de Solutia Global Health Solutions, entidad encargada de elaborar el estudio. El informe indica que, a pesar de que en los últimos años se ha reducido el número de accidentes de tráfico y el de fallecidos, anualmente más de 100.000 personas son víctimas de este tipo de siniestros, al pasar de 162.424 en 1990 a 128.320 en 2014. Además, apunta que el coste de la atención sanitaria a las víctimas de accidentes de tráfico no lo asume la sanidad pública, sino las aseguradoras a través del seguro de responsabilidad civil que todo propietario de un vehículo debe contratar.
El conductor no queda cubierto por ese seguro y tiene que contratar uno específico para sufragar sus gastos médicos, ante lo cual puede elegir entre un centro público o privado para recuperarse. Después, el centro sanitario reclama el importe al seguro. El informe recalca que el 90% de las clínicas privadas tienen una unidad especializada en la atención a víctimas de tráfico, que facilitan los trámites administrativos y disponen de médicos especializados y profesionales de otras disciplinas. Sin embargo, indica que este modelo está “en peligro” por dos razones. La primera es que “la sanidad pública está realizando una competencia desleal al diluir sus costes específicos de atención a los accidentados en el prespuesto global público”. Es decir, el coste de los tratamientos de atención sanitaria, que deben pagar las aseguradoras, varía porque un centro público cobra hasta un 90% menos que una clínica privada. El informe pone un ejemplo: una misma patología cuesta 591 euros a un hospital público y 4.419,72 euros a una clínica privada, en ambos casos con Convenio de Asistencia Sanitaria derivada de Accidentes de Tráfico.
Si el centro privado no tiene convenio, entonces supone 9.338,46 euros. La otra razón esgrimida en el informe es la aparición de “gestoras de los lesionados” promovidas por las entidades aseguradoras y que carecen de infraestructura clínica propia y ofrecen una menor calidad y garantía asistencial al accidentado. Por último, el estudio alude a la asistencia psicológica como “la gran olvidada” en la atención a los lesionados de tráfico porque no está cubierta por los seguros de vehículos, aunque el nuevo baremo de indemnizaciones a las víctimas reconoce su necesidad.

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