- Únicamente el 5% de los universitarioas españoles, es decir, 1 de cada 20, ha participado en alguna actividad sobre seguridad vial en la universidad
23 NOVIEMBRE 2016
Un informe de la DGT, realizado por el Instituto Universitario de Investigación del Tráfico y Seguridad Vial (Intras) de la Universidad de Valencia, evalúa el impacto de la enseñanza de la Educación Vial en los alumnos de primaria, secundaria y bachillerato de España. En total han participado 4.062 alumnos a través de entrevistas en profundidad, realizadas tanto a ellos como a sus padres, profesores, equipo directivo y responsables de educación. Y estas han sido las principales cuestiones planteadas.
¿Cuál ha sido el grado de participación en la educación vial?
El 92% de los centros que participaron de este estudio realizaron al menos una acción o intervención relacionada con la Educación Vial. Únicamente el 8% no había organizado ninguna actividad de este tipo durante el último año. El 96% de los centros encuestados afirma tener prevista una nueva actividad o intervención de esta materia en el futuro. Sólo un 4% (3 centros) no tienen previsto el desarrollo de alguna de estas en los próximos meses o años.
En cambio, según los alumnos, tan solo el 73% ha participado en alguna actividad de Educación Vial organizada por el centro de estudios. Y solo el 58% participó en una actividad previa relacionada con la Educación Vial o la seguridad vial. Otro dato llamativo procedente de un estudio complementario realizado sobre otra población: únicamente el 5% de los universitarios españoles, es decir, 1 de cada 20, ha participado en alguna actividad sobre seguridad vial en la universidad. Y el 11% de los adultos mayores de 65 años ha participado en alguna actividad similar en el centro de mayores.
¿Cuáles son los conocimientos, actitudes, percepción del riesgo y comportamientos de los niños?
Se encontró un porcentaje global de acierto del 82% en cuanto a conocimiento de señales y un 79% respecto a normas de tráfico. Aun así, algunas respuestas son preocupantes, como que solo un 39% de alumnos de bachillerato supo que el límite máximo de alcohol en sangre permitido para conducir una motocicleta es de 0,5 g/l.
A la hora de evaluar las actitudes se tomó en cuenta aquellas que implican mayor o menor riesgo en el ámbito vial. En este capítulo el porcentaje de actitudes seguras observadas en la población escolar fue del 75%. Sin embargo, para el 90% de los alumnos las señales y normas de tráfico solo sirven para poner multas.
Se encontró también que la percepción del riesgo vial de los escolares españoles alcanzó el 71%. A pesar de este porcentaje es preocupante, por ejemplo, que un 8% de los alumnos piense que cuando el vehículo lleva airbag no hace falta abrocharse el cinturón de seguridad o que el 23% crea que es más seguro ir sin el cinturón de seguridad puesto.
En cuanto a la ejecución de comportamientos seguros en la vía, los alumnos aprueban, pero apenas con un 53%. Y aquí, curiosamente, a menor edad, mayor comportamiento seguro. Se percibe en la respuesta a cuestiones como "Si antes de empezar a cruzar, el peatón verde del semáforo ha comenzado a parpadear cruzas corriendo, ya que va a cambiar a rojo enseguida"; el porcentaje de comportamientos seguros ante estas situaciones ha sido del 44% en primaria; del 18% en secundaria y de apenas el 10% en bachillerato.
¿Es efectiva la Educación Vial?
En el colegio, los niños que SÍ han recibido Educación Vial tienen menos comportamientos de riesgo; actitudes más favorables hacia la seguridad vial; mayor y mejor conocimiento de las normas de tráfico y mayor y mejor reconocimiento de las señales de tráfico.
Además aquellos niños que SÍ creen que lo aprendido sea útil, tienen menos comportamientos de riesgo; más actitudes favorables hacia la seguridad vial; una mayor y mejor percepción del riesgo; mayor y mejor conocimiento de las normas de tráfico y de las señales, y además, menos comportamientos de riesgo en sus padres. Tienen buenos ejemplos en casa.
A medida que aumenta la edad hay un mayor conocimiento de las normas y señales, pero también más comportamientos de riesgo propios y observados en los padres. Asimismo, los niños de mayor edad tiende a tener un menor percepción del riesgo vial.
La influencia del comportamiento seguro en los padres
Está claro en el estudio que los niños que tienen más comportamientos de riesgo son aquellos que tienden a observar estos comportamientos también entre sus padres. Igualmente, son estos quienes tienen actitudes menos favorables hacia la seguridad vial, menor percepción del riesgo y menor conocimiento de las normas de tráfico. Por el contrario, aquellos que observan menos comportamientos de riesgo en sus padres tienden a presentar más conductas viales seguras, actitudes más favorables hacia la seguridad vial, una mayor percepción del riesgo y más conocimiento, en general, de las normas de tráfico.
Algunos datos sobre los padres
El 78% de los padres declara que sus hijos participaron en algún programa de educación vial que organizó el centro. En una escala de 0 a 10, según estuvieran más o menos de acuerdo, los padres afirmaron que la educación vial era una materia importante en el aprendizaje de sus hijos (9), sin embargo a la respuesta sobre si la educación vial se imparte de modo adecuado solo obtuvo un 4,6. Al 89% le parecería bien que la educación vial se impartiera como asignatura. Sin embargo, la muestra de padres que quisieron colaborar en el estudio no ha sido igual de representativa que la de sus hijos: de 4.062 alumnos solo se prestaron a colaborar 164.
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