viernes, 29 de abril de 2016

LOS COCHES GUIADOS CON UNA VOZ SIMILAR A LA DEL CONDUCTOR TIENEN MÁS ACCIDENTES


Los coches semiautónomos guiados con una voz similar a la del conductor tienen más probabilidades de sufrir accidentes que los que no tienen una interacción tan estrecha con ese instructor de conducción virtual.
Así se desprende de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Michigan y la Universidad de Stanford (Estados Unidos), y de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Países Bajos). El estudio indica que, con el Tesla 3 en el horizonte y ante la previsión de que sea el coche de referencia con sistema de conducción automática, es fácil vislumbrar un futuro en el que los vehículos guiados por ordenador se conviertan en norma de la industria automovilística. “Esos coches, en esencia, son robots sociales e interactúan con los conductores por un viaje más seguro. Pero, ¿contribuye la personalidad percibida de un coche y la voz guiada a una conducción más segura?”, se preguntan los investigadores. El estudio concluye que los conductores se estrellan más cuando la voz del coche es similar a la suya. Los científicos llevaron a cabo un experimento mediante el diseño de un simulador de coche con unas gafas de realidad virtual (Oculus Rift), un volante y los pedales. Pidieron a los participantes que seleccionaran un automóvil de un catálogo que refleja mejor su identidad y evaluaran cinco voces preseleccionadas basadas en la cordialidad, la semejanza humana, la similitud y la inteligencia. A los participantes se les dijo que conducirían un coche con una voz asignada al azar, pero realmente a cada uno de ellos le asignaron la más similar. Los resultados muestran que los participantes que sintieron una fuerte conexión social con el instructor de conducción virtual se estrellaron más durante la simulación, sobre todo cuando perciben que la voz del instructor es similar a la suya o sintieron que la apariencia del coche refleja su identidad. Según los investigadores, esto sugiere que tener una conexión social o personal demasiado fuerte con el instructor de conducción virtual (es decir, ‘presencia social’) supone una distracción para el conductor y, por tanto, dificulta la conducción segura. Un puñado de estudios han examinado los efectos de las voces virtuales en la conducción y otros han examinado cómo las interacciones entre las personas y las tecnologías incorporadas influyen en aquéllas. También hay una gran cantidad de investigaciones sobre la ‘presencia social'. El nuevo trabajo fusiona estas líneas de investigación en una sola. “Los coches autónomos y casi autónomos ofrecen nuevos modos de comunicación entre los seres humanos y la tecnología. La investigación sobre estos modos de comunicación puede aportar nuevos conocimientos teóricos acerca de la interacción hombre-máquina en general”, dice Rabindra Ratan, autor del estudio, quien añade que el desarrollo de estos vehículos “debe considerar las formas en que las voces integradas en esas tecnologías influyen en el conductor y, por lo tanto, en la seguridad en la carretera”.

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