La Policía vasca impuso una multa de 6.000 euros por esta manipulación, que consiste en 'puentear' los sensores e implica, entre otras cuestiones, que dejen de funcionar los frenos ABS
Agentes de la Unidad de Tráfico de la Ertzaintza en Gipuzkoa han detectado en los últimos días un sofisticado sistema de manipulación fraudulenta aplicado a los tacógrafos de última generación que perturba los datos relativos a tiempos establecidos de conducción y descanso para el conductor y, al mismo tiempo, altera los elementos claves de seguridad de vehículos tanto de transporte de viajeros como de mercancías. En el primer caso detectado, los agentes impusieron una multa de 6.000 euros al conductor y retuvieron su vehiculo hasta que subsane la modificación.
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, dicha modalidad fraudulenta se traduce en anular la doble señal integrada en los actuales tacógrafos, mediante la derivación a una centralita electrónica que se activa a través de un mando a distancia. La pasada semana, en el transcurso de un control de transportes rutinario instalado en el peaje de la autopista A-8 en Irún, los ertzainas detectaron un vehículo que presentaba una anomalía en el funcionamiento de un tacógrafo de última generación. Al examinarlo, el vehículo, los agentes vascos localizaron un sistema que, mediante un alto grado de conocimiento técnico, permitía manipular los sensores internos del vehículo
Desde octubre de 2012, y con el fin de evitar alteraciones fraudulentas en los tacógrafos, las autoridades europeas determinaron dotarlos de sistemas de mayor seguridad. Se trataba además de aumentar la seguridad vial, mejorar las condiciones sociales del conductor y la libre competencia de las empresas. De esta forma, los actuales tacógrafos disponen de un sistema de doble señal, cuya misión es precisamente prevenir cualquier intento de manipulación de sus elementos electrónicos de conexión, de tal forma que en caso de producirse el dispositivo detecte incongruencias entre ambas señales.
Competencia desleal
El fraude detectado por la Ertzaintza permitía 'puentear' los circuitos impresos y alterar algunos de los 'chips' de su mecanismo. La doble señal del dispositivo había sido eliminada practicando una derivación a una centralita electrónica que se activaba mediante un mando a distancia. Al activarlo, se anulaban las dos señales, circunstancia que afecta de manera directa tanto a los tiempos establecidos.
Entre otras afecciones, este fraude supone «una competencia desleal con el sector del transporte, además del riesgo que conlleva porque altera elementos determinantes para la seguridad del vehículo», según la Ertzaintza. Por un lado anula el limitador de velocidad, que es obligatorio en los vehículos de transporte tanto de viajeros como de mercancías de gran tonelaje. Por otra parte, deja de funcionar la ayuda electrónica a la prefrenada y sistema de ABS, todo ello con el consiguiente riesgo para la seguridad vial.
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