La compañía ferroviaria defiende al interventor que negó a un atleta con discapacidad subir a un tren en Atocha, ya que indican que “cumplió la normativa” de la empresa. Renfe “lamenta profundamente” el caso, pero alega falta de espacio para transportar sillas de ruedas no plegables.
Todo comenzó cuando el atleta, Emilio Alonso, quiso subir el lunes a un tren en Atocha con destino Oviedo para asistir a la fiesta del Carmín junto a su mujer. Había comprado dos billetes en las taquillas de Alicante: uno Alicante-Madrid con plaza para personas de movilidad reducida, y otro Madrid-Oviedo con plaza regular, ya que la "H" de ese tren estaba ocupada. Pero la norma en la tarifa de Renfe indica que la silla de ruedas debe ir plegada si el cliente no ocupa la plaza H. Por ello, “el interventor no tuvo más remedio que negar el acceso por falta de espacio para ubicar la silla de ruedas a bordo”, defiende Renfe.
Emilio Alonso hizo finalmente el viaje a Asturias desde la estación de Chamartín y en otro tren diferente.
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