- Hubo velocidad inadecuada en el 10% de los 89.500 accidentes con víctimas de 2013, cifra que se eleva al 17% si solo contamos los accidentes con víctimas en carretera.
La velocidad es el espacio que recorre un objeto en un lapso de tiempo. Se expresa bajo la fórmula de v=e/t y se mide en metros por segundo (m/s) o los kilómetros por hora (km/h) del velocímetro del vehículo. Pero esta fórmula esconde algo que complica la vida, y mucho, a conductores, fabricantes de coches y a quienes velan por la seguridad vial: todo vehículo en movimiento acumula energía cinética en base a su masa y la velocidad a la que viaje (Ec=1/2m.v2). Y esta se transforma al desaparecer el movimiento. Si lo hace paulatinamente, frenando el automóvil, no tiene efecto sobre la seguridad vial y desaparece como calor por la acción de los frenos. Si es por un choque o accidente, la energía es absorbida por el vehículo (diseñado para absorber el máximo de energía, manteniendo un habitáculo de seguridad mediante deformaciones programadas) y por los pasajeros, que sufrirían lesiones de mayor o menor gravedad. Si para la Física, es una magnitud de medida; para los publicitarios es un argumento de venta; para algunos conductores, su pasión y la responsable de su pérdida de puntos; para las víctimas, un agravante de sus lesiones… Estas son algunas de las caras de la velocidad.
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