Los nuevos responsables del área de Circulación del Ayuntamiento de Bilbao pretenden rebajar a un máximo de 30 km/h la velocidad de los vehículos en las calles residenciales. El pleno aprobó en septiembre de 2013 una moción en este sentido presentada por Ekologistak Martxan y la asociación de ciclistas urbanos Biziz Bizi. Ambos colectivos registraron la propuesta inmersos en una campaña internacional para reunir un millón de firmas que no fructificó y que tenía como fin instar a la Comisión Europea a decretar este límite como norma y no como mera recomendación.
El nuevo plan municipal de movilidad segura, que se espera que entre en vigor a comienzos de 2017, tratará de concienciar a los bilbaínos de los beneficios de fijar el límite en 30 km/h, aduciendo que así se consiguen «calles que perdonan». En la línea de la DGT, sus autores señalan cómo se dispara el riesgo cuando la velocidad se eleva a 50km/h: «Entre 30 y 50 por hora, más del 50% de las veces se producen lesiones graves o la muerte de la víctima del atropello». Otro de los argumentos que manejan es que no se ralentizará el tráfico. Según sus primeras valoraciones, la velocidad media de circulación en Bilbao se sitúa por debajo de los 30 kilómetros por hora, «dada la presencia de semáforos, estrechamientos de calzada y reductores de velocidad».
El Correo, 13 sept. 2015/ Erlantz Gude
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