El 'Gran Hermano' de la seguridad vial sigue su curso en las carreteras españolas. A los ya habituales dispositivos de vigilancia de la circulación, la Dirección General de Tráfico (DGT) sumará en las próximas semanas 70 nuevos radares capaces de detectar infracciones como conducir sin llevar abrochado el cinturón o hablar por el móvil al volante.
La tecnología de estos dispositivos se asienta sobre un pie de fácil instalación y consiste en una cámara capaz de captar hasta 50 imágenes por segundo, lo que, además de controlar que los vehículos circulan a la velocidad permitida, le permitirá detectar otras infracciones como las citadas, según han difundido varios medios especializados.
La detección de las infracciones se llevará a cabo mediante un sistema informático con reconocimiento de imágenes capaz de analizar las fotos (del frontal de los coches) y comprobar de forma autónoma si el conductor debe ser sancionado, en cuyo caso tramitaría la correspondiente denuncia.
Estos radares estarán destinados principalmente a carreteras secundarias, donde existe un mayor grado de siniestralidad vial, pero no se descarta, si las pruebas resultan satisfactorias, que también se instalen en ciudad o autopista. Además, pronto podrían llegar otros radares de tipo pistola con tecnología similar, capaz de detectar infractores sin cinturón o a hablando por el móvil. Los agentes de tráfico y sus helicópteros Pegasus dejarán de ser, de esta forma, los únicos 'vigilantes' que todo lo ven en las carreteras españolas.
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