- 4 de cada 10 conductores implicados conducen con velocidad excesiva.
- La investigación se ha presentado durante una jornada sobre las consecuencias de los excesos de velocidad y las tecnologías para evitarlos.
10 MARZO 2016
379 personas salvarían la vida y 1.852 no resultarían heridas de gravedad si, en España, todos los conductores circuláramos a velocidades adecuadas y no existieran los excesos de velocidad. Así de contundentes son las conclusiones del informe “La contribución de la velocidad a la prevención de accidentes en España”, elaborado por la Fundación MAPFRE, que ha sido presentado en una jornada, en la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT), dentro de la campaña iSAFER, para la reducción de las muertes y las lesiones en accidentes de tráfico relacionados con la velocidad.
La investigación ha analizado 500 reconstrucciones de siniestros de tráfico (colisiones entre vehículos y atropellos de peatones), y ha obtenido las velocidades a las que se produjeron los accidentes: cuatro de cada diez (41%) conductores implicados en accidentes con víctimas conducían con velocidad excesiva.
En relación a la gravedad de los siniestros, la velocidad excesiva estuvo presente en más de la mitad (51%) de todas las colisiones con fallecidos y en el 36% de los atropellos con peatones muertos. Por tipo de vía, se detecta exceso de velocidad en el 40% de los accidentes en zonas urbanas y en el 42% en interurbanas.
Muertes evitables
Cabe preguntarse entonces, ¿cuántas muertes se evitarían si levantáramos el pie del acelerador? Los investigadores han calculado las pérdidas en vidas y los daños personales que se evitarían sin excesos de velocidad: 379 personas salvarían sus vidas cada año en España y 1.852 no resultarían heridas de gravedad.
"El exceso de velocidad es algo tremendamente popular, en todos los países", ha dicho Jesus Monclús, director de Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, durante la presentación. "Pero la siniestralidad por velocidad excesiva es prevenible, no nos podemos resignar a aceptarla".
Ayuda tecnológica
Junto a la presentación del informe, durante la jornada se realizaron pruebas de conducción de vehículos equipados con sistema de control de velocidad inteligente (ISA), para demostrar los beneficios de las tecnologías de asistencia a la conducción.
Dicha tecnología, en el mercado desde 2015 en modelos de Ford, utiliza una videocámara que lee las señales de velocidad en las vías (verticales, en el suelo y en los paneles de mensaje variable), e impide que el conductor exceda dichos límites, aunque éste mantiene en todo momento el control sobre su vehículo.
Según la Fundación MAPFRE, sistemas como el control de velocidad inteligente (ISA) podrían contribuir a reducir el número de colisiones en un 30% y el de muertes en un 20% y "deberían instalarse como equipamiento de serie en los vehículos tan pronto como sea posible", según Jesús Monclús.
Muy interesantes los articulos
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